La historia real de la bahía de Wilhelmina
Aunque algunas de las islas de esta bahía llevan nombres de exploradores famosos, fue una joven reina holandesa la que dio nombre a la bahía de Wilhelmina. El explorador belga Adrien de Gerlache fue quien le puso el nombre. De hecho, ningún punto de interés de toda la parte occidental de la Península Antártica lleva el nombre de la familia real belga, ya que ésta no apoyó la expedición de de Gerlache. Sin embargo, la familia real holandesa sí lo hizo, por lo que la bahía recibió el nombre de su reina.
El maravilloso paisaje de la bahía de Wilhelmina
Bahía Wilhelmina es una de las visitas obligadas de la Antártida, y con razón: Los escarpados acantilados de hielo y las esculturas glaciares de la bahía personifican gran parte de la experiencia antártica. Además, sus aguas están protegidas, lo que permite realizar cruceros en zodiac entre las islas y los icebergs.
Las numerosas ballenas de la bahía Wilhelmina
La bahía Wilhelmina recibe a veces el nombre de "bahía de la manía de las ballenas", ya que es uno de los mejores lugares de la Antártida para avistar estos grandes mamíferos marinos. Las aguas de la bahía Wilhelmina están repletas de krill, el alimento básico de muchas especies de ballenas, y a ello se debe la amplia población de estos animales. Pero, por desgracia, también explica por qué la bahía Wilhelmina fue en su día uno de los principales lugares de caza de ballenas.