Las plantas endémicas de Santa Elena
Una de las cualidades más distintivas de la flora de Santa Elena es su grado de endemismo. Otra es la amenaza de extinción a la que se enfrenta debido al impacto humano. La introducción de cabras por los portugueses en 1502 inició este proceso, junto con la introducción de flora no autóctona y la tala de árboles. Hoy todavía se pueden ver la secuoya endémica de Santa Elena, el ébano enano de Santa Elena y el colinegro.
El amplio elenco de la fauna de Santa Elena
BirdLife International ha designado gran parte de Santa Elena como Zona Importante para las Aves debido a la abundancia de aves marinas y terrestres reproductoras. Noddies, charranes, petreles y aves tropicales anidan en Santa Elena, junto con el único ave endémica que sobrevive en la isla: el chorlitejo patinegro, también conocido como ave de alambre por sus patas en forma de alambre. Aunque en Santa Elena no hay mamíferos terrestres endémicos, las focas y las ballenas ofrecen otras oportunidades fotográficas además de toda la avifauna.