Un misterioso mundo de esculturas se oculta bajo las capas de hielo de Groenlandia
Cualquiera que vaya de expedición a la parte derecha del globo puede encontrarse con enormes cantidades de hielo, pero un crucero por Groenlandia tiene algo muy singular: esculturas de hielo que se ocultan bajo la capa de hielo del norte. Los científicos solían creer que estas esculturas eran colinas rocosas que habían quedado sepultadas por el hielo, lo que las habría asemejado a las Montañas Fantasma de la Antártida. En cambio, resulta que la Madre Naturaleza ha creado una de las exposiciones de arte más exclusivas del mundo. Al fin y al cabo, los humanos no pueden ver las esculturas desde la superficie de la capa de hielo, pero algunos científicos han podido echar un vistazo utilizando equipos de radar.
¿Cuándo se descubrieron las esculturas?
La primera evidencia de estas esculturas de hielo, que a menudo se conocen como esculturas de gelatina, se encontró en 2010. En ese momento, un trozo del glaciar Petermann del tamaño aproximado de Manhattan se desprendió y se deslizó hacia el océano. Los investigadores encontraron al menos parte de una de estas esculturas al descubierto y tendida sobre una sección del glaciar después de aquel incidente. Curiosamente, la parte del glaciar en cuestión se movía a un ritmo que duplicaba el de otras capas de hielo cercanas. La teoría predominante es que la escultura de hielo expuesta comenzó a derretirse una vez expuesta a la luz solar, y la mezcla de fusión y recongelación aceleró el glaciar.
En 2014, los equipos de radar de penetración en el hielo avanzaron lo suficiente como para permitir a un equipo de investigadores echar el primer vistazo virtual a estas esculturas ocultas. Aunque ahora se cree que el hielo inusual que se observó en 2010 era parte de una escultura, los científicos en ese momento todavía estaban operando bajo la suposición de que había colinas bajo el hielo en lugar de formaciones de formas extrañas.
¿Qué tamaño tienen las esculturas?
Una de las cosas más fascinantes de las esculturas de hielo escondidas en Groenlandia es el hecho de que son tan altas como los rascacielos de Manhattan. Algunos investigadores creen que son incluso mayores que los dos edificios más altos de Manhattan juntos. De hecho, lo más probable es que estas enormes formaciones de hielo midan 1.000 metros de altura, lo que nos ayuda a hacernos una idea fascinante del espacio que hay en Groenlandia entre el suelo y la superficie del océano.
¿Qué aspecto tienen las esculturas?
Las imágenes de radar muestran que el hielo no se forma en capas uniformes. En su lugar, tiene lo que se ha denominado la apariencia de un rollo de gelatina helada. El hielo que forma estas esculturas está retorcido, doblado y plegado, lo que ha provocado su desplazamiento. Los científicos calculan que el hielo tiene 120.000 años, pero las esculturas están mucho más cerca de la superficie de lo que cabría esperar. En lugar de estar enterradas a 1,5 millas bajo la capa superior de hielo, el espectáculo artístico de la Madre Naturaleza descansa actualmente a unas 0,6 millas bajo la superficie.
¿Qué nos enseña esto?
La novedad de las formaciones de hielo es bastante interesante, pero también hay algunos datos interesantes que pueden extraerse de este descubrimiento. Por ejemplo, ahora se cree que estas esculturas se crean debido al proceso de fusión y recongelación. Esto podría ser indicativo del calentamiento global, y es intrigante reflexionar sobre las posibilidades de cómo podrían ser los glaciares de Groenlandia en el futuro. Los científicos también están aplicando actualmente estos nuevos datos a las proyecciones sobre el deshielo de los glaciares en todo el mundo, lo que podría permitirles proporcionar un tiempo de alerta vital a las zonas que acabarán viéndose afectadas por el deshielo y el desplazamiento del hielo.
Exploraciones futuras
Es prácticamente seguro que los métodos de radar seguirán evolucionando, lo que permitirá a las futuras generaciones de científicos estudiar más de cerca las esculturas de hielo. Ahora mismo, no podemos decir con certeza si las formaciones de hielo son todo lo que hay ahí abajo o si en realidad ocultan las montañas que antes se creía que estaban en su lugar. Una de las cosas más emocionantes de las expediciones es poder visitar zonas que aún guardan muchos secretos, y Groenlandia no es una excepción. Téngalo en cuenta la próxima vez que emprenda una aventura ártica.