PLA22-23, diario de viaje, South Georgia Explorer

Después de viajar desde muy lejos, por fin llegó el momento de embarcarnos en el Plancius para un viaje inolvidable. El tiempo al salir de puerto era perfecto: mucho sol, un poco de viento y una agradable temperatura primaveral. Ushuaia es la ciudad más austral del planeta y sería nuestro puerto de salida hacia Georgia del Sur.

Una vez que todos embarcamos y nos instalamos en nuestros camarotes, muchos aprovechamos para salir a cubierta y echar un vistazo a los alrededores y seguir explorando el Plancius. Justo antes de la salida, todos nos dirigimos al salón para tomar un té y un café y, a continuación, escuchamos las instrucciones de seguridad del oficial jefe Maikel. Nos divertimos mucho probando los chalecos salvavidas de color naranja chillón

Poco después de la charla, lanzamos las amarras y zarpamos del muelle. El viento arreció un poco, pero el sol siguió brillando mientras avanzábamos por el Canal de Beagle hacia el Atlántico Sur. Justo después de las seis, nos invitaron de nuevo al salón, pero esta vez para una introducción a la vida a bordo con el Director del Hotel, Oleksander. A continuación, nuestro capitán, Evgeny Levakov, nos ofreció un cóctel y un breve discurso.

A continuación, nuestra jefa de expedición para el viaje a Georgia del Sur, Ali Liddle, nos presentó a su equipo de expedición y nos dio alguna información sobre los próximos días en el mar. Poco después se sirvió una deliciosa cena y disfrutamos de la impresionante costa de Chile y Argentina mientras navegábamos por el Beagle mientras comíamos.

Tras terminar la cena y las últimas vistas de la noche, muchos de nosotros nos retiramos a nuestros camarotes, donde nos acomodamos para pasar nuestra primera noche en el mar.

Empezamos el día a las 7:45 de la mañana, con la voz de nuestra jefa de expedición: "Buenos días, buenos días", nos dijo, informándonos del tiempo que hacía fuera e invitándonos a desayunar.

A las 9:30, Steffi, nuestra asistente EL, nos dio una introducción a las aves marinas que podríamos ver en nuestro viaje a Georgia del Sur. Para continuar con nuestra ya productiva mañana, Katlyn dio una conferencia súper interesante, introduciéndonos a las ballenas del Océano Antártico. Nos mostró los diferentes tipos de ballenas y cómo reconocerlas y nos contó cómo, tras muchos años de sobreexplotación por parte de los balleneros, las poblaciones de ballenas del Océano Austral están aumentando lentamente.

Llegó la hora de comer y pudimos disfrutar de un delicioso y variado almuerzo preparado por el excelente equipo de cocina. Por suerte, tuvimos tiempo de echarnos una siesta antes de nuestra siguiente e interesante conferencia.

Ali nos presentó una introducción a Georgia del Sur. Pudo contarnos su propia experiencia y aspectos sobre la historia, la economía y la fauna de Georgia del Sur, debido a que vivió en la isla durante un periodo de tiempo en la década de 1990. Su amor por Georgia del Sur era contagioso, llamándola el "Serengeti del Atlántico Sur".

Alrededor de las 16:45, nuestro enérgico personal de expedición nos llamó para que nos pusiéramos las botas de agua. La mayoría de nuestros aterrizajes serían en mojado y la mayor parte del terreno que visitamos podría estar bastante húmedo, por lo que necesitábamos unas botas de agua adecuadas. Una vez que encontramos un par cómodo, llegó el momento de relajarse. Para algunos de nosotros, eso significaba tomar algo en el bar mientras conocíamos a nuestros compañeros de viaje y esperábamos el resumen diario y el briefing de nuestra EL y su equipo.

Después de compartir información sobre el tiempo para mañana, Ali presentó a su equipo de expedición. Se trata de un equipo muy diverso, con guías de distintos países y con formación muy diversa: biología, geología, ornitología, oceanografía, fotografía, entre otras. La sesión informativa terminó con Cas, uno de los guías, gran aficionado a la ornitología, que nos dio algunos consejos sobre el uso de los prismáticos. También dio algunas pistas sobre rasgos distintivos de las distintas aves marinas, que podrían ayudarnos en la identificación. A las 19:00 se sirvió la cena, ¡una cena emplatada! ¡Qué rico!

Después de pasar una hermosa velada en el comedor, ¡finalmente llegó la hora de irse a la cama tras un primer día en el mar muy productivo! Nos esperaba un viaje largo y emocionante.

Tras una noche tranquila, el oleaje aumentaría a lo largo del día y Plancius se movería más que ayer. Después de un delicioso desayuno, nos dirigimos directamente a una importante sesión informativa de nuestro EL, Ali. La bioseguridad es muy importante en la Antártida y Georgia del Sur; debíamos asegurarnos de que todo nuestro equipo estuviera bien limpio. Esto incluía nuestros caparazones, mochilas, botas, trípodes, bastones y todo lo que lleváramos a tierra. Además, debíamos tratar nuestras botas, bastones, trípodes y todo lo que pudiera haber estado en contacto con el suelo en tierra con una solución de Virkon, un desinfectante muy bueno.

Este es un año especial para la bioseguridad, ya que, por desgracia, la gripe aviar ya ha llegado a las islas del Atlántico sur y muchas aves marinas, focas y leones marinos la están padeciendo. Más que nunca, debemos prestar especial atención a los protocolos de bioseguridad.

Ali nos dijo que el barco sería inspeccionado a su llegada a Grytviken, pero sobre todo en busca de roedores. La llegada de ratas a la isla en los buques de caza de focas y ballenas tuvo un efecto catastrófico en las poblaciones de aves de la isla, especialmente en la Bisbita de Georgia del Sur, un ave canora endémica. El South Georgia Heritage Trust's Habitat Restauration Project ha llevado a cabo un programa de desratización masiva que les ha costado mucho esfuerzo y dinero, por lo que ahora son muy estrictos para evitar cualquier posible nueva llegada

Después de comer, continuó la limpieza de bioseguridad, y cuando todas nuestras prendas estuvieron limpias y listas para su uso en tierra, Steffi nos dio una charla muy interesante sobre las focas. Nos enseñó a diferenciar las "focas verdaderas" de las focas peleteras o los leones marinos y nos dio muchos datos interesantes sobre las especies que íbamos a ver durante nuestra estancia en Georgia del Sur.

En cuanto Steffi terminó su conferencia, nos informó de que un flotador ARGO estaba a punto de ser lanzado, ya que habíamos llegado a aguas internacionales. ARGO es un programa internacional que recoge información del interior del océano mediante una flota de flotadores perfiladores que derivan con las corrientes oceánicas y suben y bajan entre la superficie y un nivel medio del agua para observar la temperatura, la salinidad y las corrientes (www.argo.ucsd.edu). Oceanwide contribuye a esta iniciativa internacional sirviendo de plataforma para que los flotadores ARGO lleguen al Océano Austral.

A medida que avanzaba la tarde, algunos nos fuimos a descansar. Algunos se sentían un poco indispuestos debido al movimiento del barco, y otros disfrutaron de un encantador documental de introducción a Georgia del Sur. A primera hora de la tarde, Ali dio su recapitulación e hizo una sesión informativa sobre las zodiacs para enseñarnos cómo debíamos subir y bajar de ellas. ¡Ya podíamos empezar a sentir la adrenalina de hacer nuestra primera salida a la llegada! Un día más en el mar y por fin empezaríamos a ver las montañas a lo lejos

Esta mañana, nos despertamos con el suave balanceo del Plancius, que realmente nos alegró a la mayoría después de dos días de mar picado. Superar estos dos días hizo que algunos de nosotros nos sintiéramos como verdaderos marineros, una sensación que perdió parte de su glamour después de escuchar la conferencia de Joshua sobre el épico viaje de rescate de Shackleton en el Endurance

Fuera, mientras tanto, un grupo de unos 30 Albatros ahumados hizo su aparición, para seguirnos durante el día. Un verdadero placer Es muy probable que estos hermosos pájaros fueran la especie de albatros en la que Coleridge basó su famoso poema "La rima del viejo marino". Hacen honor a su nombre, ya que son de color hollín y tienen el dorso y el vientre de un gris más claro, fácil de recordar incluso para los que no son aficionados a las aves.

Los grandes albatros (real y errante), vistos en gran número los días anteriores, no aparecieron. Para volar "gratis" necesitan suficiente viento para elevarse, tras lo cual se curvan hacia abajo para volver a elevarse con el viento, un proceso llamado "vuelo dinámico".

Por la mañana, Andrew nos habló de la geología de Georgia del Sur. Por la tarde, Koen nos habló de fotografía y Clara, del plancton. Entre conferencia y conferencia, la cocina nos obsequió con hamburguesas caseras, que siempre son un éxito entre el personal.

Hoy también ha aparecido el primer iceberg, un espécimen maravillosamente moldeado por el viento y las olas. En resumen, hemos pasado un día satisfactorio en el mar, y nos hemos ido a la cama contentos sabiendo que mañana llegaríamos a Georgia del Sur.

Para algunos de los más impacientes de nuestro grupo, el día comenzó poco después de las primeras luces, cuando salimos con la esperanza de avistar por fin Georgia del Sur. Desgraciadamente, nos recibió una niebla que no se disipó hasta pasadas unas horas.

A lo largo de la mañana, la niebla empezó a disiparse, lo que nos permitió vislumbrar por primera vez Georgia del Sur entre los grandes icebergs que teníamos delante. Steffi nos informó de que eran trozos que se habían desprendido del D30-A, un gran iceberg que se había desprendido de una plataforma de hielo en la Antártida oriental en junio de 2021. Desde entonces, había derivado hacia el mar de Weddell antes de ser empujado hacia la costa oriental de Georgia del Sur por las corrientes oceánicas dominantes.

Tras el almuerzo, continuamos hacia la bahía King Haakon y fondeamos frente a Peggotty Bluff. Poco después, nuestro equipo de esquí desembarcó y se dejó caer hacia el glaciar que conduce a la brecha de Shackleton. Poco después, comenzaron su ardua caminata hasta el pie del glaciar mientras el resto de nosotros desembarcábamos en condiciones ventosas para explorar Peggotty Bluff.

Fue una gran introducción a un típico desembarco en Georgia del Sur. Nos recibió el viento, la lluvia neblinosa, la hierba tussac escondiendo Focas y Pingüinos reyes en el lugar de desembarco. A medida que rodeábamos el acantilado hasta la playa occidental, el viento nos acompañaba con el sonido de más animales salvajes, incluidos elefantes marinos. Pronto pudimos pasear por la playa, disfrutando del paisaje y los olores mientras disparábamos nuestras cámaras.

Demasiado pronto llegó la hora de volver a Plancius. Levamos anclas y salimos lentamente de la bahía del Rey Haakon hacia el noroeste, entre icebergs, en dirección al puerto de Undine, donde teníamos previsto pasar la noche.

La mañana empezó muy temprano para la mayoría de nosotros Ali había anunciado la víspera que el plan consistía en pasar el estrecho entre la Isla de los Pájaros y la Isla Principal. La Isla de los Pájaros es conocida por la increíble cantidad de aves marinas que se reproducen. Algunos de nosotros aprovechamos la oportunidad para ver estas increíbles aves a la luz de la mañana y nos levantamos a las 4:30.

Cuando llegamos a las cubiertas exteriores a primera hora de la mañana, los lugares parecían ligeramente diferentes. El capitán tuvo que cambiar de planes, ya que el fondeadero original para pasar la noche estaba bloqueado por icebergs, y continuó más al norte y eludió el estrecho. No obstante, mereció la pena levantarse, ya que el sol de la mañana iluminaba las montañas. La luz era increíble y el paisaje espectacular. Georgia del Sur se presentaba en perfectas condiciones.

Algunos de nosotros volvimos a la cama para echar una pequeña cabezada y nuestras operaciones normales comenzaron a las 9. Ali y el Equipo de Expedición planeaban desembarcar en Rosita Harbour, una pequeña playa al final de la Bahía de las Islas.

El Equipo de Expedición intentó desembarcar, y algunos de nosotros observamos con nuestros prismáticos desde las cubiertas exteriores. Sin embargo, la playa estaba llena de lobos marinos machos que protegían su territorio para estar preparados cuando llegaran las hembras a parir. Normalmente, después de cinco días las hembras están listas para reproducirse de nuevo, y esto es lo que esperan los machos. Nuestro equipo intentó aterrizar dos veces, pero no había espacio suficiente para que todos pasáramos junto a los animales sin peligro.

Exploramos la zona en un crucero en zodiac y vimos muchas aves, como Cormoranes de Georgia, Cormoranes marinos y Gaviota cocineras. Lo más destacado para todos nosotros fue el increíble avistamiento de una Foca leopardos alrededor del bosque de algas. Lo más probable es que fuera una hembra. Las hembras de Foca leopardos suelen ser mucho más grandes que los machos. Se mostró bastante curiosa, pero no agresiva, observando todas y cada una de las zodiacs. Todos tuvimos una buena vista de este grácil animal y una pequeña muestra de lo poderosas que pueden llegar a ser.

Después de otro fabuloso almuerzo del equipo de cocina, nos dirigimos de nuevo a un crucero en zodiac por la llanura de Salisbury. Salisbury Plain es el hogar de unas 70.000 parejas reproductoras de Pingüinos reyes. Desgraciadamente, debido a la gripe aviar no pudimos desembarcar, pero aún así tuvimos la oportunidad de navegar por la costa y observar la impresionante fauna. El sol brillaba, teníamos vientos suaves, un poco de oleaje e innumerables focas y pingüinos a lo largo de la playa. Exploramos a lo largo de la costa e incluso encontramos una pequeña laguna en la que pudimos ver de cerca a los Pingüinos reyes y a una cría de Foca recién nacida. Disfrutamos de cada minuto al aire libre en estas condiciones perfectas, y después de 2,5 horas nos recibieron de vuelta en nuestro querido Plancius con zumo caliente y Whisky.

De vuelta en el barco, disfrutamos de las últimas horas de la tarde al aire libre y observamos las montañas circundantes con sus glaciares en luces cambiantes mientras abandonábamos la Bahía de las Islas rumbo a más aventuras y nuevos lugares mañana.

Nos despertamos con niebla y nubes bajas que nos tapaban la vista de la bahía de Fortuna. Desde la cubierta que daba a la playa en media luna, pudimos verla salpicada de machos de lobo marino. Entre las focas, los Pingüinos reyes llegaban a la playa para pescar. Lo hacían en gran número, lo que indicaba la presencia de una colonia de cría cercana, que de hecho era nuestro destino para el desembarco de la mañana.

Tras encontrar un lugar seguro sin demasiadas focas, desembarcamos e iniciamos la caminata hacia el lugar de cría de los pingüinos Rey. El primer tramo de la caminata fue un poco como correr el guante, abriéndonos paso entre focas peleteras bastante gruñonas. Después el paseo fue muy relajado, y nos acompañaron los pingüinos que iban en la misma dirección. De repente, detrás de una pequeña colina apareció la colonia. Miles de Pingüinos adultos y jóvenes se reunieron en la llanura glaciar. La mayoría de los jóvenes eran del año pasado, y todavía estaban en su traje de plumón, pero algunos ya habían comenzado a mudar al plumaje adulto.

Los cocineros debían de saber exactamente lo que nos apetecía a todos después de nuestro largo aterrizaje matutino: ¡pasta con mucho queso! Tras este maravilloso almuerzo, nos trasladamos a la bahía de Hércules para realizar un crucero en zodiac.

Esta pequeña joya es realmente un lugar asombroso con una colonia muy visible de Pingüinos macarrones, a horcajadas sobre las empinadas laderas de tussac. En la pequeña playa también había algunos Pingüinos juanitos y Pingüino reyes, junto con los siempre presentes Elefantes y Focas peleteras. Para completar la imagen perfecta de Georgia del Sur, en el fondo había una pintoresca cascada y en lo alto se elevaban continuamente Albatros tiznados. Fue otro día en el paraíso.

Después de un maravilloso desembarco en Bahía Fortuna ayer, decidimos visitar este hermoso lugar de nuevo esta mañana - en una zona diferente sin embargo, pero esto no resultó ser tan fácil. En los lugares donde las condiciones del oleaje eran buenas, simplemente no podíamos desembarcar debido al gran número de focas peleteras. Y donde la playa era más abierta, el oleaje era demasiado grande, así que necesitábamos encontrar el lugar perfecto. Afortunadamente, encontramos un lugar y, tras un breve retraso, volvimos a pisar la bahía de Fortuna. El personal había marcado una bonita ruta a través de una llanura cubierta de hierba donde pudimos observar un buen número de Pingüinos reyes, Focas peleteras de todas las categorías de edad y, por supuesto, numerosas crías de Elefante marino muy monas.

A pesar de la lluvia, el paisaje era simplemente impresionante. Llegar al lugar de desembarco y ver la playa llena de focas peleteras a lo largo de toda la costa fue impresionante. Es difícil imaginar que esta playa estará aún más llena cuando lleguen las hembras. Con los lobos marinos, todo es cuestión de ubicación, ubicación, ubicación, por lo que el personal tuvo que mantenerse firme bastante tiempo. Fuera del lugar de desembarco, había mucho más espacio y podíamos caminar a gusto.

Mientras seguíamos la ruta señalizada, disfrutamos de unas vistas increíbles de los glaciares. Hoy nos reuniríamos con la expedición de esquí de la Ruta Shackleton, pero no sabíamos por qué glaciar descenderían.

Mientras tanto, continuamos hasta un "pequeño" rincón para disfrutar de los inimitables Pingüinos reyes. Un poco más hacia la playa encontramos más Pingüinos reyes, pero también Pingüinos juanitos criando. Estaban en sus nidos, aparentemente imperturbables por la lluvia dura y fría que estaba cayendo en ese momento. Aunque todos estábamos bien vestidos para las condiciones típicas de Georgia del Sur, la idea de una taza de té o café caliente era tentadora y después de unas horas nos dirigimos lentamente de regreso al lugar de aterrizaje. Mientras caminábamos de vuelta vimos por primera vez a nuestros expedicionarios caminando por encima del glaciar.

Desgraciadamente, las condiciones meteorológicas no nos permitieron hacer la caminata de Shackleton por la tarde. Simplemente había demasiada niebla y, en estas condiciones, se desaconseja encarecidamente embarcarse en esta caminata. Mientras tanto, el personal había vuelto al barco para tomar un almuerzo caliente y ponerse ropa seca y abrigada. Sin embargo, pronto saldrían de nuevo al encuentro de los expedicionarios. Al abandonar el barco, estaban calientes y secos, pero el oleaje en la playa se había vuelto mucho más desafiante. Esto significaba estar de pie en el oleaje hasta la cintura mientras sujetaban las zodiacs, para que los exhaustos expedicionarios pudieran volver sanos y salvos al cálido barco. En cuanto todo el equipo estuvo cargado en varias zodiacs, el personal consiguió volver al barco, donde de nuevo pudieron calentarse y ponerse más ropa seca.

El Plancius levó anclas y antes del anochecer llegamos a Stromness, donde realizamos un breve crucero para contemplar la antigua estación ballenera. Fue aquí donde Shackleton terminó su épico viaje entrando en la ahora abandonada estación ballenera. Al ver la escabrosidad de Georgia del Sur y las duras condiciones meteorológicas, siempre cambiantes, uno sólo puede imaginar lo que debió ser para Shackleton y sus hombres vencer estas condiciones y volver con vida.

Hoy tocaba una mezcla de cultura y naturaleza, es decir, una mañana en Grytviken. Esta estación ballenera abandonada alberga ahora el Museo de Georgia del Sur, una oficina de correos oficial y una tienda de regalos. El pequeño museo cuenta con una interesante colección que gira en torno a la historia de la caza de ballenas, además de exhibir objetos de las maravillas naturales de Georgia del Sur. Sin duda, el albatros errante disecado, con sus 3 m de envergadura, está entre los favoritos.

En la Oficina de Correos pudimos comprar sellos especiales de Georgia del Sur, muy deseados por los filatelistas. Y para los amantes de las compras en lugares insólitos, la tienda de regalos era, por supuesto, una visita obligada. Luego está el pequeño cementerio, famoso por albergar la tumba de Sir Ernest Shackleton, quizá el último de los grandes exploradores polares. Allí participamos en el ritual del brindis por el "Jefe", asegurándonos de que recibiera su buena ración de whisky. Tras deleitarnos con la antigua cultura de Georgia del Sur y el frenesí de las compras modernas, regresamos a Plancius para almorzar.

Por la tarde nos encontramos en Godthul, que en noruego significa "Buena cala", donde podíamos elegir entre actividades que iban desde un relajante crucero en zodiac hasta una escalada a través de espesos tussac hasta la colina de 300 m de altura que domina Godthul, así como la bahía de herradura al otro lado. Las laderas de esta colina albergan un buen número de Pingüinos juanitos, que incuban pacientemente sus huevos en los pequeños nidos. Hubo muchas oportunidades de fotografiar a estas aves, esta vez sin un aguacero como el de ayer en Anchorage Bay. Estos pingüinos han encontrado un lugar maravilloso para anidar, con vistas a la bahía y unas montañas espectaculares como telón de fondo.

Mientras tanto, el crucero en zodiac llevó a los que no estaban preparados para la empinada subida a través del tussac, a una pintoresca cascada, a los Albatros ahumados anidando y a las siempre presentes focas y elefantes marinos.

De vuelta en Plancius nos esperaba una sabrosa barbacoa, donde también disfrutamos de la música y el baile de algunos miembros de la tripulación. Un final perfecto para otro hermoso día en Georgia del Sur.

Esta mañana, el Plancius ha entrado silenciosamente en la bahía de Cook bajo un hermoso cielo soleado. Nos despertamos con una llamada al barco antes del desayuno. Era hora de prepararnos para nuestro crucero en zodiac por el puerto del Príncipe Olav. Navegamos sobre el mar cristalino en la cercana Cala Elefante y pasamos tiempo con elefantes marinos, focas peleteras antárticas, gaviotas cocineras y Ánade maicero (georgica)es. Una hembra de lobo marino tenía una cría recién nacida a su lado intentando mamar. A medida que pasan los días en este viaje más hembras se han acercado a la orilla, y ahora tenemos que entrenar nuestros ojos para buscar pequeños cachorros oscuros escondidos en las orillas.

Los reflejos en las tranquilas aguas de la Laguna de los Elefantes eran absolutamente impresionantes.

En el puerto del Príncipe Olav, las ruinas de la estación ballenera noruega están siendo ocupadas por el tussac y las focas. Muchos de los edificios se han derrumbado debido a las duras condiciones meteorológicas de Georgia del Sur y al paso del tiempo. Los últimos balleneros abandonaron este puerto en 1931 y otras empresas rescataron partes de él hasta 1936. Además del deterioro de los edificios, los noruegos dejaron otro legado en el puerto, las ratas. El puerto del Príncipe Olav solía llamarse también Rattenhaffen (puerto de las ratas) debido a las ratas polizones que llegaban a tierra desde los barcos noruegos en la época de la caza de focas. Hoy ya no hay ratas, y pudimos contemplar focas y Cormoranes imperiales anidando en los muelles derruidos.

A la vuelta de la estación ballenera vimos los restos del Brutus. Este barco fue remolcado por cuatro balleneros hasta el puerto del Príncipe Olav para servir como barco carbonero. Fue un gran esfuerzo traer este barco hundido para que sirviera de apoyo en los últimos años de la caza de ballenas y dejarlo atrás para que se pudriera en el mar. Unas cuantas focas de piel dormían en las vigas de soporte y una bonita capa de tussac está creciendo donde solían estar los tablones de cubierta.

Tras una mañana de ensueño, volvimos al Plancius para desayunar. Levó anclas y se dirigió a Possession Bay para nuestra última operación del viaje. El equipo de expedición nunca había desembarcado en Possession Bay y estaba entusiasmado por un verdadero día de expedición. No hay mucha información disponible sobre los desembarcos en la bahía Possession porque no se hacen muy a menudo. El equipo exploró e intentó establecer un punto de desembarco en tres lugares diferentes antes de decidir finalmente cambiar nuestra operación a un crucero en zodiac. El tiempo y la densidad de focas de piel nos impidieron realizar un desembarco seguro, pero nos ayudaron a hacer un gran crucero en zodiac.

Pasamos tiempo con nuestros sospechosos habituales de las playas de Georgia del Sur: Elefantes marinos, Lobos finos antárticos, Pingüinos reyes y Petreles gigantes. De nuevo, había unos cuantos cachorros de lobo marino recién nacidos tumbados junto a sus madres en la orilla. Al llegar al fondo de la bahía tuvimos vistas de la brecha de Shackleton y de los glaciares Purvis y Murray. Para nuestros esquiadores a bordo era un sitio familiar desde una nueva perspectiva. El glaciar Murray tuvo un pequeño parto mientras estábamos allí, y nos tomamos un tiempo para ir a la deriva en el hielo generado por la cara del glaciar.

El regreso al barco fue húmedo y ventoso, ¡una despedida típica de Georgia del Sur! A bordo nos esperaba un almuerzo caliente que nos ayudaría a recuperarnos de los elementos del exterior. Sin embargo, el almuerzo se vio interrumpido por un avistamiento sorpresa de Orcas Un grupo de al menos 5 Orcas cazó y viajó cerca del barco durante unos 20 minutos antes de que siguiéramos avanzando hacia el norte. Vinieron a seguir la colada desde la popa del barco dos veces durante nuestro encuentro ofreciendo excelentes oportunidades de visión y fotografía.

Todos volvimos al interior y terminamos nuestro almuerzo mientras el Plancius ascendía por la costa. A lo largo de la tarde, mientras navegábamos entre icebergs, nos cruzamos con grandes grupos de Yubartas y aves marinas. Al anochecer, nos despedimos de Georgia del Sur entre la niebla y el cielo gris.

La noche había sido larga, con bastante balanceo, hasta el punto de que parecía que podíamos formar parte del vídeo musical de "Dancing on the Ceiling", de Lionel Ritchie.

A pesar del balanceo, pudimos contemplar las Shag Rocks. Un intimidante afloramiento rocoso que sobresale del mar. Estas rocas están cubiertas de Cormoranes magallánicos reproductores, y apenas pudimos distinguir a las aves volando cerca. Estaba bastante gris y con niebla, pero el Capitán navegó hábilmente contra el viento, y entre el oleaje y el hielo, para ofrecernos mejores vistas.

El viento y el oleaje aumentaron a lo largo de la mañana hasta que registramos rachas de más de 45 nudos del noreste y olas de unos 7 metros de altura. Por lo general, esto no supone un gran problema para Plancius, pero la dirección del oleaje era desde atrás y a estribor, lo que significaba que Plancius se balanceaba a menudo por encima de los 25°, con un máximo de 32° a 35°.

Hacia las 9:30 de la mañana, Steffi hizo una interesante presentación sobre el krill, su ciclo de vida y su importancia para el ecosistema del océano Antártico. A continuación, Katlyn dio otra charla interesante e informativa sobre la importancia de las ballenas para el ecosistema y su papel como jardineras. Un hecho interesante que surgió de su charla fue la subestimación de la cantidad de krill que se pensaba que una ballena consumía en un periodo de 24 horas. Por ejemplo, ¡ahora se cree que una Rorcual azul puede consumir hasta 20 toneladas de krill en un día! Una cantidad de alimento realmente asombrosa para cualquiera.

Tras una comida sentados que era necesaria por nuestra propia seguridad, la mayoría nos dimos cuenta de que es muy cansado estar en un barco en movimiento y nos retiramos a nuestros camarotes a descansar por la tarde. Hacia las 16.30, Ali puso un episodio de El Planeta Azul, centrado en los océanos del mundo.

Para alivio de todos, el oleaje y el viento disminuyeron a lo largo de la tarde. Hacia las 18.30, nos reunimos en el salón para un rápido resumen antes de dirigirnos al comedor para otra deliciosa comida. Algunos aprovechamos la calma y nos retiramos al salón a tomar una o dos copas antes de volver a nuestros camarotes para un sueño más reparador.

A las 7:45 Ali nos despertó, como de costumbre. Por suerte a lo largo de la noche el horrible balanceo del Plancius, debido a la alta mar, se calmó un poco. No fuimos muchos los que nos caímos de la cama durante la noche. Nunca sabremos si fue pura suerte o el crecimiento de las piernas marinas.

El día empezó como deben empezar los días, con un desayuno sano y agradable en el restaurante mientras charlábamos con nuestros compañeros. Por la mañana, Andrew comenzó nuestra serie de conferencias con una charla sobre el hielo y lo que debíamos saber sobre él, además de para enfriar nuestras bebidas en el bar. Aprendimos mucho sobre los distintos tipos de hielo y lo que esto significa para la criosfera y los ecosistemas relacionados con ella.

Un té o un café más tarde, Josh comenzó su presentación sobre la caza de ballenas en el Océano Antártico e información sobre la historia humana de Georgia del Sur. Nos impresionó el gran material histórico que mostró y nos quedamos boquiabiertos al ver cuántas ballenas se habían capturado en el Océano Antártico. Algunas poblaciones se han recuperado, otras especies van un poco más lentas, pero hay esperanza en el horizonte.

Algunos aprovechamos el tiempo después de comer para echar una cabezadita. Las siestas vespertinas son casi obligatorias en un día de mar en nuestro hogar temporal, Plancius. El tiempo en el mar también sirve para ampliar conocimientos, así que por la tarde Cas presentó su conferencia sobre "Albatros y pingüinos, volar o no volar". Descubrimos que estas dos especies están muy emparentadas a pesar de que se separaron hace 65 millones de años. Ambas son especialistas en su entorno, y es muy impresionante conocer sus capacidades de adaptación al ecosistema del Océano Antártico.

Por la tarde tuvimos la oportunidad de elegir entre dos conferencias. Anni. de los Exploradores Polares, nuestro grupo de esquí en el barco, presentó una conferencia sobre Shackelton y la historia de la expedición Endurance. Los Exploradores Polares completaron la última parte de la increíble travesía de Shackleton, cruzando los glaciares del interior de Georgia del Sur.

En el salón, Stig, un compañero invitado, presentó sus experiencias viendo las 18 especies de pingüinos del mundo. Compartió sus aventuras con nosotros y nos mostró algunas fotos increíbles de los pingüinos al otro lado de la Antártida.

A las 5 de la tarde nos invitaron a una Happy Hour en el bar Un momento sospechoso, ya que los preparativos para la próxima subasta en beneficio del South Georgia Heritage Trust (SGHT) estaban muy avanzados. Había una selección de artículos exclusivos para la subasta sin opción de comprarlos en ninguna tienda. La subasta fue muy entretenida, e incluso el personal pujó por algunos artículos. La subasta recaudó cerca de 1.000 libras y todo lo recaudado se destinó a una gran causa. El día terminó de la manera habitual, con una gran comida en el restaurante.

Comenzamos nuestro penúltimo día de navegación con el desayuno habitual y subimos al salón para escuchar la primera conferencia de Clara. A pesar del mar moderado, todos estamos ya adaptados a la vida en el mar, así que no prestamos mucha atención al balanceo mientras Clara nos enseñaba sobre su trabajo submarino en el Canal de Beagle. A pesar de estar a más de 1.000 millas de distancia, el ecosistema marino y los grandes bosques de algas son muy similares en Georgia del Sur. También pudimos conocer el gran trabajo que Clara y otros están haciendo en Ushuaia con su organización educativa, Una Ventana al Mar, enseñando a los niños la importancia de nuestros océanos.

Después de Clara, Ali pronunció su conferencia "Doncellas de Hielo". Describió la historia de las mujeres en la Antártida y Georgia del Sur, e incluyó algunas historias increíbles de las mujeres detrás de los hombres que exploraron por primera vez los océanos australes.

Después de otro estupendo almuerzo, tuvimos tiempo para disfrutar de las vistas al exterior y relajarnos en el salón. A continuación, Koen ofreció algunos consejos y sugerencias sobre cómo sacar el máximo partido a las numerosas fotos que tomamos durante el viaje. Su conferencia "Fotografía, procesamiento después del viaje" nos dio algunos trucos estupendos para editar nuestras fotos y sacar el máximo partido de las imágenes que hemos tomado durante las dos últimas semanas.

Simon Hearn nos habló de sus experiencias en el ejército y nos contó algunas anécdotas de la invasión de Georgia del Sur en 1982. La recapitulación incluyó algunas historias fantásticas de Josh y Katlyn, que nos hablaron del hallazgo del Endurance el año pasado y de un proyecto de ciencia ciudadana, HappyWhale, que ayuda a identificar ballenas y focas individuales.

Después de nuestra cena de tres platos, volvimos al salón para un evento especial: un recital de poesía. Organizado por el grupo de Exploradores Polares, todos tuvimos la oportunidad de compartir poemas, historias o canciones. Se recitaron poemas clásicos de Byron y Robert Service, algunos poemas originales, una versión de los Beatles en ukelele e incluso algunas canciones cantadas en holandés.

Nuestro último día completo en Plancius comenzó con un despertar poco habitual. Uno de los afortunados invitados, que había sido uno de los objetos de la subasta unas noches antes, tuvo la oportunidad de sustituir a Ali en la llamada despertadora y nos deleitó con música relajante antes de darnos los "buenos días" en varios idiomas.

Katlyn comenzó el programa de conferencias del día y nos presentó un año en la vida de una Yubarta. Tras haber trabajado con estas magníficas criaturas en ambos hemisferios, Katlyn compartió sus conocimientos sobre su vida y sus rutas migratorias. Poco después de Katlyn, Josh nos contó la historia de Roald Amundsen y Robert Falcon Scott y su emblemática carrera hacia el Polo Sur. Centrándose en la percepción pública de ambas expediciones y en los diferentes métodos que cada uno utilizó para alcanzar el polo, Josh compartió algunas nuevas ideas sobre las consecuencias de las expediciones financiadas con fondos públicos y privados, y cómo esto influyó en la famosa "carrera".

Tras otro delicioso almuerzo, devolvimos nuestras botas de goma al equipo de expedición. Fueron estupendas para mantenernos calientes y (casi) secos en cada aterrizaje, ¡y estoy seguro de que algunos de nosotros echaremos de menos en secreto limpiar los logotipos con un clip!

Después de comer, el ingeniero jefe Floris nos hizo una visita virtual por la sala de máquinas y compartió con nosotros algunos de los secretos del "funcionamiento interno" del Plancius. Fue estupendo saber cómo el Plancius nos transportaba de Ushuaia a Georgia del Sur, y todo el trabajo que se realiza para que el barco funcione a la perfección.

La última ponente del viaje fue de nuevo una invitada, esta vez Annie de los Polar Explorers. Compartió algunas imágenes magníficas del viaje en esquí por el interior de Georgia del Sur y de cómo el equipo de 15 personas viajó desde King Haakon Bay hasta Fortuna Bay, siguiendo los pasos de Shackleton, Crean y Worsley.

Las celebraciones de la última noche comenzaron con los cócteles del capitán. Nos reunimos con el equipo de expedición y el capitán Levakov en el salón para brindar por el viaje, antes de retirarnos al comedor para disfrutar de una magnífica cena. Allí comimos y bebimos, compartiendo algunos de los grandes recuerdos que todos hemos creado en este viaje de dos semanas a Georgia del Sur.

Atracamos de nuevo en Ushuaia por la mañana temprano, mientras muchos de nosotros disfrutábamos de nuestro último sueño a bordo del Plancius. Con las maletas hechas y dejadas en la puerta para que el personal las recogiera, disfrutamos de nuestro último y abundante desayuno con el equipo de cocina. Tras el desayuno, desembarcamos y nos despedimos de Ali y de todo el equipo. Aunque muchos de nosotros nos marchamos con cierta tristeza, estamos agradecidos de haber vuelto a tierra firme y con el corazón lleno de buenos recuerdos y experiencias inolvidables de nuestra exploración de Georgia del Sur.

Gracias por su entusiasmo y apoyo, pero sobre todo por acompañarnos en este aventurero viaje a Georgia del Sur. Esperamos volver a verles en el futuro, ¡dondequiera que sea!

Distancia total navegada: 2470 millas náuticas

En nombre de Oceanwide Expeditions, del Capitán Evgeny Levakov, de la Jefa de Expedición Ali Liddle y su equipo, del Director del Hotel Oleksandr Lyebyedyev, y de toda la tripulación y el personal del M/V Plancius, ¡ha sido un placer viajar con ustedes!