Encuentro con osos polares en Spitsbergen
Observo el hielo marino desde el puente de un barco en uno de los fiordos de Spitsbergen, un archipiélago al norte de Noruega, observo un animal perfectamente adaptado moviéndose sobre el hielo, resultado de cientos de miles de años de puesta a punto ecológica. Unas patas del tamaño de una raqueta de nieve distribuyen el peso, el pelaje soporta el frío y la luz del sol a la perfección, y un increíble sentido del olfato muestrea este reino monocromático.
Oso polares en busca de presas
El capitán guía con cuidado el barco reforzado en el hielo y para el motor. Tengo el privilegio de ser Jefe de Expedición en un momento así. Veo algunos osos polares en busca de presas. Me fijo en una madre osa con dos oseznos recién nacidos. A principios de verano, los fiordos interiores de Spitsbergen suelen estar cubiertos de hielo del invierno anterior.
Este hielo joven y estable es el hábitat preferido de las focas anilladas y proporciona un hábitat de caza ideal para las madres oso y sus crías. Este día, el paisaje se despliega bajo un hermoso cielo y condiciones meteorológicas despejadas, con los osos deambulando por su entorno: ¡una escena ártica espectacular!
Disciplina en una familia de osos polares
Una madre y dos oseznos se acercan al barco. El hielo es un poco fino y está podrido a su alrededor, con muchos agujeros y pistas visibles, pero ella parece conocer su camino, guiando expertamente a los oseznos: cuándo escalar una cresta de hielo, cuándo saltar, cuándo nadar y cuándo esperar en quietud. De repente, se queda inmóvil y mira en una dirección. Divisa una foca ocelada en el hielo.
No hay movimiento durante unos segundos, luego, a cámara lenta, gira la cabeza y sus cachorros se agachan inmediatamente en precisa coordinación. ¿Cuál es la señal que les ha dado? ¿Les ha mirado o ha emitido algún gruñido u olfateo? Nunca lo sabremos, pero está claro que hay disciplina en la familia.
Lentamente empieza a moverse hacia su objetivo. A veces, cuando la foca levanta la vista para otear el horizonte, ella se congela en el mismo momento, ocultando su presencia. Se la ve calcular la mejor manera de evitar los agujeros en aguas abiertas y las rutas para permanecer en el hielo sin estrellarse. Gira la cabeza para vigilar a sus crías, manteniéndolas a la vista, y luego baja lentamente, retrocediendo hacia el agua.
Estrategia de caza del Oso polar
Cada caza es diferente: la luz, el viento, la situación del hielo, la posición de la foca. Cada rececho requiere su propia estrategia. Se acerca a la foca desde el agua, siguiendo pistas abiertas. A veces levanta la cabeza muy despacio para tomar un nuevo rumbo y comprobar cómo están sus cachorros, que están tumbados observando obedientemente la "escuela de caza" de su madre.
Con su camino bloqueado temporalmente por el hielo, decide continuar su curso bajo el hielo como un submarino; se sumerge. Tras un breve momento emerge, vuelve a tomar rumbo y desaparece lentamente de nuevo, bajo el hielo. Esto se repite varias veces.
De repente, la foca se da cuenta de algo: ...., mira nerviosa a su alrededor y no se arriesga, rodando rápidamente desde el hielo hasta el agua. Por un momento, pensé que era una foca con suerte, que se había escapado. En ese instante, la osa sale del agua hacia el hielo con su presa retorciéndose entre sus poderosas mandíbulas. La muerte sigue rápidamente, su habilidad dominante. Terminado el drama de la caza, sus dos oseznos vienen corriendo a unirse al festín. Necesidades de calorías y grasa satisfechas para otro día.
Tiempos de suerte para una familia de osos polares
La madre osa y sus dos oseznos acabaron rápidamente con la presa de foca. Siempre existe la posibilidad de que venga otro oso y se la robe. Esta vez tuvo suerte, se lo quedaron todo para ellos. Durante los próximos dos años, la madre tendrá que compartir cada presa con sus crías.