Mientras tanto, en el sector de los cruceros de expedición...
Nuestros guías, tripulaciones y capitanes son gente paciente. Están acostumbrados a seguir la corriente, a adaptarse a condiciones extraordinarias, a cambiar de marcha en respuesta a la lotería ilimitada de acontecimientos imprevistos que pueden producir el Ártico y la Antártida.
Pero la pandemia ha puesto a prueba incluso a los más pacientes.
Hemos hablado con algunos miembros de nuestro personal, privados de la experiencia polar, para que nos cuenten cómo han vivido esta pausa del turismo, qué han hecho para pasar el tiempo y qué es lo que más les apetece hacer cuando (o si) las restricciones a los viajes se relajen.
Martin Berg
Guía de expedición
Sueco
Llegué a Suecia a finales de abril tras una larga temporada antártica y, por primera vez en 10 años, no tenía nada planeado. Me daba un poco de miedo, pero también era liberador. Durante todo este tiempo libre, he podido centrarme en ponerme al día con la familia y los amigos. He pasado mucho tiempo en la sauna, paseando por el bosque y celebrando el solsticio de verano.
También ha sido un buen momento para disfrutar de la naturaleza aquí en Suecia, algo que a menudo me pierdo cuando estoy fuera por trabajo. He visto muchas plantas (641 especies hasta ahora) y mariposas, y también algunos animales más carismáticos, como lobos y halcones peregrinos. Aquí se está produciendo la migración otoñal de las aves, y el bosque está lleno de setas.
Pero echo de menos la vida en los barcos y estar con los demás guías. Echo de menos incluso el salvaje clima polar Estoy deseando volver a las remotas costas de Svalbard, Georgia del Sur y la Antártida. Aunque nunca tuve la menor duda, este tiempo fuera me ha hecho darme cuenta más que nunca de lo mucho que disfruto de mi trabajo como guía de expediciones.
Khabir Moraes
Jefe de cocina
India
Últimamente presto muchos servicios sociales en la India. Ayudo a los necesitados recogiendo donativos y entregando comestibles a domicilio, hago vídeos de motivación y concienciación, y ayudo regularmente a limpiar mi pueblo. Esto me ha mantenido ocupado desde la prohibición de viajar de Covid-19.
Pero como soy chef, la comida también me ha ayudado a pasar el tiempo. Soy licenciada en producción alimentaria y realicé prácticas industriales en el grupo hotelero Taj. Esto me llevó a trabajar como sous-chef a bordo de cruceros, lo que finalmente me llevó a ser jefe de cocina de Oceanwide.
Mi cocina favorita es la francesa y la italiana. Me encanta cocinar el coq au vin y el famoso ossobuco. Y, por supuesto, la pasta no falta en mi menú. Me encanta preparar sopas calientes y ensaladas sanas, y muy a menudo hago pollo tandoori, kebabs, pescado al papel de aluminio, filetes y shashlik.
Echo de menos cocinar estos platos para nuestros huéspedes, y también ver algunos de mis lugares favoritos de los cruceros de expedición, como Grytviken, en Georgia del Sur. También tengo ganas de volver a ver los barcos. He trabajado en Ortelius, Plancius y Rembrandt, pero Ortelius es mi favorito.
Tom Van Hoof
Guía de expedición
Holandés
Cuando no estoy trabajando como guía de expediciones polares, también trabajo como consultor geológico para las industrias del petróleo y el gas, pero este mercado también está comprometido en estos días. Desde que regresé a los Países Bajos de la Antártida en abril, desgraciadamente he estado sin trabajo.
Cuando volví a casa, después de pasar la mayor parte del encierro en el mar, las escuelas volvieron a abrir y la vida normal comenzó lentamente de nuevo. Pero como tengo una familia con tres hijos, no ha sido un gran problema mantenerme ocupado, sobre todo durante las vacaciones de verano.
Junto con otro guía de Oceanwide, Rustyn Mesdag, también he estado creando una empresa que ofrece experiencias en la naturaleza a empresas. Actualmente estamos terminando la página web y hemos estado haciendo algunos campamentos de prueba en un parque nacional holandés donde organizamos acampadas primitivas con sesiones de cocina en hogueras.
Desgraciadamente, los Países Bajos están muy masificados, así que es difícil vivir experiencias reales en la naturaleza. Estoy impaciente por volver a viajar por el mundo. Echo de menos el olor a ozono del hielo de los glaciares derritiéndose en el agua del mar, los encuentros inesperados con la vida salvaje y a mis colegas.
Zsuzsanna Varga
Directora de hotel
Húngara
Volví a Hungría el 16 de marzo, justo antes de que se cerraran las fronteras y se cancelaran los vuelos internacionales. Había estado de vacaciones en Sudamérica con mi mejor amigo, y se suponía que iríamos a la Antártida el 20 de marzo: yo por trabajo, él de vacaciones. Pero cuando se canceló nuestro vuelo de vuelta, supe que algo iba mal.
Teníamos que volver a Europa cuanto antes.
Lo peor fue convencer a mi amigo de que se volviera, pero volvimos a reservar los billetes en el último minuto y llegamos a Budapest cuatro días después. Entonces recibí un correo electrónico de Oceanwide informándome de que todos los viajes restantes se cancelaban por esta temporada. Habíamos llegado justo a tiempo. ¿Te imaginas andar por Sudamérica en pleno brote de coronavirus?
Desde entonces, he pasado dos meses y medio en un barco de expedición vacío con unos cuantos colegas haciendo el trabajo diario y montones de limpieza. Ahora estoy pasando tiempo de calidad con mi familia y amigos en Hungría. También estoy nadando mucho, lo que me relaja.
Pero echo de menos todos los viajes gratis que me daba mi trabajo. Echo de menos a nuestros invitados y a la tripulación y los momentos que pasamos. El impacto de Covid-19 ha sido enorme, no sólo para el sector de los cruceros polares, sino para el turismo en su conjunto. Se me parte el corazón por los amigos y compañeros que han tenido que trabajar en un puesto diferente o inferior sólo para sobrevivir, pero no hay otra opción. Tenemos que estar agradecidos por lo que tenemos.
Ernesto Barria
Capitán del Ortelius
Chileno
Desde enero estoy en el Ortelius, que en abril se estacionó en el puerto holandés de Hansweert. Pero mi casa y mi familia siguen en Santiago, así que esta prohibición de viajar no siempre ha sido fácil. He tenido que mantenerme en contacto con mi mujer y mis hijos a través de muchas llamadas telefónicas y videoconferencias en línea, que intentamos hacer un par de veces por semana.
Mientras tanto, mi tripulación y yo hemos estado ocupados con pequeños trabajos de mantenimiento, cosas para las que a veces no tenemos tiempo durante nuestro horario habitual. Esto incluye la puesta a punto de los motores de la Zodiac, la reparación de las puertas del buque y la limpieza de diversas zonas del barco.
Mientras no estamos ocupados con eso, intento ver un poco de la campiña holandesa. Doy paseos en bicicleta, lo que es mucho más fácil en Holanda que en Chile, y me gusta fotografiar la naturaleza. He sacado muchas fotos de pájaros a lo largo de los ríos y canales cercanos. También cocino empanada una vez a la semana para mi tripulación y los visitantes, e incluso he aprendido algunas frases en holandés, pero probablemente sea mejor no mencionarlas aquí.
Ha sido agradable tener este tiempo para trabajar en el barco, pero echo de menos llevar a los pasajeros por las regiones polares. Estoy deseando que llegue el día en que podamos volver a hacerlo. Trabajar en un crucero de expedición en la Antártida y el Ártico, explorar todos los increíbles entornos y descubrir un nuevo día con los pasajeros es sumamente enriquecedor. Para mí, esto es lo que alimenta la adicción de ser un trabajador polar.
Miriam Vermeij
Guía de expedición
Holandesa
Toda una temporada de trabajo y planes de viaje se vinieron abajo tras la entrada en vigor de las restricciones de Covid-19, pero me he mantenido lo más ocupada posible con mi marido Marcel. Él también es guía de Oceanwide, así que está en el mismo barco que yo, por así decirlo.
Soy guía voluntaria del Parque Nacional de Biesbosch, en los Países Bajos, que poco a poco ha vuelto a organizar excursiones. Estas excursiones incluyen safaris a pie con grupos reducidos para que todos puedan mantener las distancias.
Marcel y yo también hemos recibido en casa a compañeros guías de Oceanwide y hemos hecho con ellos pequeñas excursiones en barco. Es lo más parecido a un viaje de expedición Y en mi tiempo libre, trabajo en la casa y me dedico a la jardinería.
Pero echo de menos la tranquilidad de las regiones polares y la libertad de ser guía de expedición. Estoy deseando volver a ponerme el equipo, subirme a las zodiacs e ir a algún sitio nuevo. Pasarlo bien con los pasajeros, hablar con ellos y escuchar sus historias de todo el mundo es gran parte de lo que hace que el trabajo de expedición sea tan gratificante.
Marcel Paul
Guía de expedición
Holandés
Se suponía que Miriam y yo íbamos a hacer 26 semanas de expedición este año, y habíamos planeado hacer varios viajes entre medias. De hecho, se suponía que hoy estaríamos en Groenlandia, navegando por el sistema de fiordos de Scoresby Sund, observando auroras boreales. Pero en lugar de eso, acabamos pasando la mayor parte del verano molestando a nuestros amigos y familiares.
Los dos habíamos dejado nuestros trabajos anteriores para convertirnos en guías de expediciones a tiempo completo, así que no teníamos mucho a lo que recurrir cuando empezó Covid-19. Pero esto nos dejó mucho tiempo libre. Pero esto nos dejó mucho tiempo para hacer cursos de primeros auxilios, vida salvaje y otras cosas para mantener nuestras certificaciones al día.
Parte del tiempo que nos queda lo dedicamos a montar en bicicleta, acampar y actividades divertidas por el estilo. Pero es extraño. Vivimos cerca del agua y estamos acostumbrados a ver pasar diariamente por delante de nuestra casa entre 10 y 15 cruceros fluviales. Ahora vemos quizá uno o dos.
Echo de menos la aventura de estar en las regiones polares y trabajar en equipo, reunirme con huéspedes entusiasmados con el lugar y ofrecerles una gran experiencia. Todo el ambiente de un crucero por el Ártico o la Antártida es adictivo. Es agradable pasar una semana de acampada con tu hermana y sus hijos, pero estoy deseando volver a estar en el hielo.
Dejan Nikolic
Director de hotel
Serbio
Durante la prohibición de viajar por el coronavirus, he echado mucho de menos la acción de mi trabajo. No estoy acostumbrado a estar tanto tiempo en casa. Es estupendo poder pasar tanto tiempo con la familia y los amigos, pero viajar se ha convertido en parte de mi ocupación y de mi estilo de vida.
Trabajé en algunos restaurantes de lujo en Serbia y Dubai antes de convertirme en camarero de buffet en otra compañía de cruceros, luego trabajé en cruceros fluviales durante algún tiempo antes de unirme a Oceanwide en 2013. Esto me ha mantenido siempre en movimiento. Pero ahora las cosas están muy lentas e inciertas. Estoy deseando volver a salir.
Mientras tanto, pienso en todas las grandes experiencias que he vivido en mis viajes: ver osos polares en Svalbard, orcas en el norte de Noruega, pingüinos en Georgia del Sur. Espero volver a ver pronto el s/v Rembrandt . He trabajado en todos los buques de Oceanwide, pero el Rembrandt van Rijn es mi favorito. Echo de menos ese barco.
Laurence Dyke
Guía de expedición
Reino Unido
Desde que regresé al Reino Unido en mayo, sucumbí casi inmediatamente a un misterioso virus. Todavía no sé lo que era, ya que no había pruebas disponibles al público aquí en ese momento, pero afortunadamente no me ha dejado ningún efecto duradero grave.
A pesar del virus, me alegro de haber vuelto al Reino Unido. He podido aprovechar el verano al máximo. He pedaleado mucho por Cornualles y Dartmoor. Pero, sobre todo, he practicado kitesurf. Sólo la semana pasada recorrí más de 160 km.
También he tenido algunos pequeños proyectos de construcción para mantenerme ocupado, todos con amigos y vecinos. Entre ellos, construir una oficina para (y con) mi cuñado, reformar una cochera del siglo XIX con mi mejor amigo y construir unos grandes bancales de madera para las plantas.
Aparte de eso, he aprovechado este largo descanso para ponerme al día con los últimos avances científicos sobre glaciología. Aunque interesante, esta ciencia da mucho que pensar. En pocas palabras, el mundo de la nieve y el hielo está en graves problemas.
Incluso en los rincones más remotos de la Tierra, está cambiando a un ritmo sin precedentes en miles de años (tal vez incluso millones), y ese cambio no muestra signos de disminuir. De hecho, sólo estamos en las fases iniciales, y ya se están produciendo cambios mucho mayores.
Remmert Koster
Holandés
El buque en el que estoy ahora, Hondius, está casi vacío hoy en día. No se parece en nada a la vibrante colmena que es en funcionamiento. Una tripulación completa y los pasajeros son lo que hace que mi trabajo sea emocionante. Estoy deseando ver el entusiasmo de nuestros huéspedes cuando volvamos a hacer viajes al Antártico y al Ártico.
La observación de la vida salvaje forma parte de nuestro trabajo, pero nunca se convierte en algo aburrido o en "un día más en la oficina". En cuanto veo la emoción en las caras de nuestros pasajeros al experimentar esta vida salvaje por primera vez, me acuerdo de lo que hacemos aquí: vender recuerdos para toda la vida y experiencias únicas en la vida. Estoy deseando volver a hacerlo. No podemos empezar a navegar de nuevo lo suficientemente pronto para mí.
Hasta entonces, estamos haciendo todo lo necesario para mantener los barcos en buen estado y asegurarnos de estar listos para cuando reanudemos la navegación. Pero, por supuesto, hay mucho tiempo libre que hay que llenar. Leer, estar en contacto con la familia, pequeños proyectos, hacer ejercicio y socializar con la tripulación ayudan a pasar el tiempo. Las noches de cine y las cenas con nuestros amigos del Ortelius también ayudan.
Rolando García
Camarero
Filipino
Este es el mayor tiempo que mi mujer y yo llevamos juntos desde que nos casamos. Últimamente paso mucho tiempo con ella y mis dos hijos, y también hago algunos trabajillos para obtener ingresos extra, como hornear pasteles y suministrar carne congelada para la venta.
Esta pandemia ha tenido un gran impacto en todo el mundo, y una de las industrias más afectadas es el turismo. Echo mucho de menos mi trabajo, estar detrás de la barra, mezclar bebidas, conocer a diferentes huéspedes y satisfacer sus expectativas para el crucero.
Y, por supuesto, ¡extraño los ingresos!
Estoy deseando que todo vuelva a la normalidad, aunque todos sabemos que va a ser una normalidad distinta de la que teníamos antes. Pero como decía Michael Jackson en su canción, espero que podamos "sanar el mundo y convertirlo en un lugar mejor para ti, para mí y para toda la raza humana".
Sara Jenner
Guía de expedición
Británica
Mi trabajo es bastante activo, así que ha sido importante para mí mantenerme en forma por si seguimos navegando. Y como tampoco quiero ganar esos inevitables "kilos corona", he retomado el running, un pasatiempo que me gusta desde el colegio. Una buena carrera de 10 a 15 kilómetros antes del desayuno, llueva o haga sol, me da el impulso que necesito cada día.
Y después de haber vivido de una mochila durante los últimos cuatro años, me ha gustado volver a meterme en la cocina. Cocinar ha sido una de mis pasiones desde que era joven, cuando mi abuela me enseñó a preparar platos tradicionales británicos como el "toad in the hole" y un buen asado de domingo.
También me he visto obligada a buscar más cerca de casa mi dosis de vida salvaje. Por suerte, en Norfolk hay una gran colonia de focas grises y en Norfolk Broads hay una avifauna asombrosa. Incluso tuve la suerte de ir a Polonia durante unas semanas y fotografiar bisontes europeos, alces, castores, zorros rojos y miles de grullas.
Pero echo de menos la fauna polar. Esta ha sido la primera vez que he estado sin trabajar desde que tenía 18 años. Lo que este tiempo libre me ha hecho comprender es que mi trabajo no es sólo un trabajo, es una forma de vida. Ha habido momentos recientemente en los que he sentido un vacío que nunca había sentido antes.
Estoy deseando volver a la vida salvaje de verdad. Nada me emociona más que estar en las cubiertas de nuestros barcos, prismáticos en mano, buscando esa porción de mayonesa en el hielo que podría ser un oso polar. Echo de menos hablar con nuestros huéspedes y compartir historias de viajes durante una cena o una copa.
Y ni que decir tiene que echo mucho de menos a mis colegas. Son como mi familia y estoy deseando volver a navegar con ellos
