Encuentro con el pingüino emperador en la Antártida
La periodista holandesa Gemma Venhuizen se embarcó en el MV Ortelius durante el crucero por el mar de Weddell "En busca de los pingüinos emperador". Tuvo varios encuentros con esta majestuosa especie de pingüinos, tanto desde el mar como desde el aire.
Imagínate en un mundo blanco y helado. No hay árboles, ni edificios, ni siquiera luz solar durante el invierno antártico. Sólo la luna y las estrellas atenúan la oscuridad de la noche polar. Bienvenido al imperio del pingüino emperador. Con una altura de hasta 1,23 metros y un peso de hasta 40 kilogramos, el emperador es mucho más alto que el barbijo, el papúa, el Adelia y otras especies de pingüinos. Su plumaje contribuye a su aspecto real: el solemne esmoquin blanco y negro va acompañado de una colorida corbata: su garganta tiene un hermoso tono amarillo anaranjado.
Arrodillarse ante el emperador
La primera vez que me encontré cara a cara con un pingüino emperador fue durante un viaje con Oceanwide Expeditions, en la pausa del verano antártico, el 1 de diciembre, también conocido como Día Internacional de la Antártida. Acabábamos de embarcar en las zodiacs para un pequeño crucero. El Ortelius se alzaba sobre nosotros.
Al acercarnos al borde del hielo, nos fijamos en esta figura solitaria, de pie, solemne y erguida. Oí el sonido de los obturadores de las cámaras, de las cremalleras de las bolsas: la gente a mi alrededor sacaba los prismáticos y los objetivos de largo alcance. Yo no tenía ninguno de los dos, así que me quedé mirando, casi como un voyeur. El emperador parecía devolverme la mirada, y me agaché un poco: arrodillarse, en la medida de lo posible en un pequeño bote de goma, parecía lo único lógico.
Verdaderas especies antárticas
De las diecisiete especies de pingüinos que hay en el mundo, sólo hay dos "verdaderas" antárticas: los Adelia y los pingüinos emperador, que viven y se reproducen en el continente antártico. Es cierto que otras especies -Pingüino barbijo, Pingüino gentoo y Pingüino macarrones- crían en el extremo más septentrional de la península Antártica, pero no se aventuran tan al sur como los emperadores y los Adelia. Además, los pingüinos emperadores son los únicos que crían durante el invierno, sobre el hielo marino, por lo que el cambio climático supone un enorme peligro para ellos. Un estudio del WWF de 2008 estimó que aproximadamente el 50% de los pingüinos emperador desaparecerán si la temperatura media mundial aumenta 2 grados centígrados, una razón más para luchar contra el calentamiento global.
Pollitos esponjosos
Mientras estaba agazapado en la zodiac, a escasos metros de esta ave única, supe que había una guardería de pingüinos cerca. A pocos kilómetros de nosotros, en ese preciso instante, se producía un ajetreo de miles de emperadores adultos y polluelos esponjosos. Aleteando, tropezando y chillando por la colonia, la versión real de la película Happy Feet. Sin saber lo que sus padres habían tenido que soportar durante los meses anteriores. Pensé en otra película que había visto antes de mi visita a la Antártida: La marcha de los pingüinos, sobre el épico viaje que emprenden los padres de los emperadores para cuidar de su hijo nonato. Los pingüinos emperadores son los pingüinos antárticos menos comunes: sólo hay unas 200.000 parejas reproductoras.
-60 grados centígrados
En mayo, al comienzo del invierno antártico, la hembra pone un solo huevo. Después se lo pasa a su pareja, que criará por él durante nueve semanas, en la época más fría del año. Las temperaturas pueden alcanzar los -60 grados Celsius, acompañadas de ráfagas de viento de más de 180 km/hora. La hembra marchará más de 100 kilómetros, hasta el borde del hielo, donde podrá llenar su estómago de crustáceos, calamares y peces pequeños. Los emperadores pueden bucear a mayor profundidad y durante más tiempo que cualquier otra ave: pueden sumergirse a más de 200 metros de profundidad, durante un periodo de 18 minutos. Durante este periodo, el macho ayuna; su peso corporal se reduce casi un 50%. Cuando la hembra regresa, es hora de que el macho vaya en busca de comida.
Durante todo este tiempo, el huevo se mantiene caliente gracias al progenitor que está de guardia. Los pingüinos cubren el huevo con su cuerpo para protegerlo del frío. El huevo descansa sobre sus pies. Según la página web del British Antarctic Survey, el huevo puede estar a 70ºC más caliente que la temperatura exterior, debido a la gruesa capa de piel y a las densas plumas -unas 280 plumas por centímetro cuadrado-.
Vuelo en helicóptero
Por impresionante que sea la marcha de los pingüinos emperador, sigue pareciendo un poco torpe: un pingüino contoneándose es adorable. Sin embargo, el pingüino emperador que encontramos durante nuestro crucero en zodiac eligió otro medio de transporte. Lo vimos deslizarse sobre su vientre hacia el borde del hielo, y sin duda fue un espectáculo impresionante. Utilizaba sus alas como remos y sus pies como "motor". Esta forma de transportarse era sin duda muy eficaz: en poco tiempo desapareció de nuestra vista. Mientras tanto, nuestra zodiac estaba rodeada de hielo a la deriva y tuvimos que volver al Ortelius inmediatamente para evitar quedarnos atascados en el hielo. De vuelta a bordo, la tripulación nos tenía preparada una sorpresa: haríamos un vuelo en helicóptero sobre la cercana colonia de pingüinos emperadores de la isla Snow Hill.
Con suerte, no habría demasiados skuas por la colonia. Son los enemigos mortales de los polluelos de pingüino emperador. Los padres pingüinos que pierden a su hijo, a veces secuestran un polluelo de una pareja vecina. Afortunadamente, la tasa de supervivencia de los pingüinos emperador es alta: el 95% sobrevive al primer año. A menos que las condiciones del hielo marino sean duras: en ese caso, muchos polluelos mueren de hambre. Muchos pingüinos emperadores esperan con el apareamiento hasta los 6 años. Pueden vivir hasta 20 años.
Puntos negros y grises
Nos dividimos en varios grupos: había dos helicópteros a bordo, uno para 4 pasajeros y otro para 5 pasajeros. Dentro, era acogedor y ruidoso; por suerte, llevábamos protectores para los oídos. El piloto chileno nos sonrió y despegamos. Estaba disfrutando tanto del paisaje que casi me olvido del objetivo del viaje. Entonces, sin embargo, uno de mis amigos señaló miles de motas negras debajo de nosotros. Esta vez estaba mejor preparado que en la zodiac: llevaba los prismáticos. Y efectivamente, justo debajo del helicóptero había una enorme colonia de pingüinos emperadores. Incluso pude ver puntos grises más pequeños: los polluelos de emperador. Estaba gritando tan fuerte que mis compañeros de vuelo podían oírme, incluso con los protectores de oídos puestos.
