Fecha: | 14.01.2023 |
Posición: | 54°48.6'S / 68°17.8'O |
Viento: | Var 1-2 |
Clima: | Nublado |
Temperatura del Aire: | +6 |
Por fin había llegado el día: ¡era hora de embarcar en el Ortelius para nuestro viaje de expedición al Mar de Ross! Hacía un día precioso cuando llegamos al puerto de Ushuaia, con el sol brillando y una suave brisa de viento. El equipo de expedición y el personal del hotel habían subido nuestro equipaje a bordo y lo habían llevado a nuestros camarotes ese mismo día, así que lo único que nos quedaba por hacer era subir por la pasarela hasta la recepción para recoger la llave de nuestro camarote. Apenas podíamos contener la emoción
La tripulación y el personal nos dieron una calurosa bienvenida y nos ayudaron a encontrar nuestros camarotes. Tuvimos un poco de tiempo para explorar el barco y orientarnos antes de la sesión informativa obligatoria sobre la seguridad del barco, impartida por el jefe de expedición Christian y el primer oficial Mikael. Nos dieron toda la información que necesitábamos, como movernos con seguridad por el barco, las cosas que podíamos y no podíamos hacer y cómo ponernos los chalecos salvavidas de emergencia. Entonces llegó el momento del simulacro de abandono del buque, así que después de oír siete toques cortos y uno largo de la bocina del barco, fuimos a nuestros camarotes, nos pusimos los chalecos salvavidas y nos dirigimos a nuestros puestos de reunión (en el restaurante o en el bar). Después nos llevaron a nuestros botes salvavidas para que supiéramos dónde ir en caso de emergencia real.
A continuación, Stephen, el director del hotel, nos dio la bienvenida y nos explicó cómo sería la vida en el barco en los próximos días.
Llegó el momento de unirnos al capitán Mika Appel en el bar para brindar por el viaje que nos esperaba. ¡Salud a todos! El Ortelius abandonó el puerto y se puso en marcha, comenzando nuestro viaje por el Canal de Beagle. Después llegó el momento de nuestra primera cena a bordo, con una deliciosa selección de buffet proporcionada por el Chef Heinz y su equipo de cocina servido por nuestro amable personal de comedor. Después de la cena nos dieron nuestras botas Muck que usaríamos para bajar a tierra más adelante en nuestro viaje.
Después de la cena tuvimos tiempo de salir a la cubierta para disfrutar del impresionante paisaje y observar la vida salvaje. La luz era increíble, con rayos de sol que se colaban entre las nubes sobre las montañas a estribor. Vimos nuestros primeros Albatros ojerosos, Pingüinos magallánicos, Petreles gigantes, Págalos chilenos y Charranes suramericanos. Después de un largo día de viaje para la mayoría de nosotros, era hora de ir a la cama para descansar un poco antes del primer día del infame Paso de Drake mañana.