Fecha: | 18.03.2019 |
Viento: | SW |
Clima: | Nublado |
Temperatura del Aire: | +7 |
Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. Aquí es donde comenzamos nuestra aventura... al 7º continente; el gran continente blanco y hermoso; ¡la Antártida! A las 4 de la tarde empezamos a embarcar en nuestro nuevo hogar para los próximos 14 días: nuestro antiguo buque de expedición Ortelius. Fuimos recibidos a bordo por nuestro equipo de expedición y pronto nos registraron el director y la subdirectora del hotel, Sigy y Melanie, así como su equipo. Nos mostraron nuestros camarotes y tuvimos tiempo libre para deshacer las maletas e instalarnos. Tuvimos tiempo para explorar el barco y orientarnos en las zonas importantes: el bar de la cubierta 6, el puente de la cubierta 7 y nuestro restaurante para la travesía en la cubierta 4. Nos reunimos y charlamos con nuestros compañeros de viaje. Nos reunimos y charlamos con nuestros compañeros de viaje y empezamos a entusiasmarnos con nuestra expedición al sur. A las 5 de la tarde, nuestro jefe de expedición, Michael, nos convocó a una reunión informativa obligatoria en la sala de conferencias de la cubierta 3. Michael nos dio la bienvenida a bordo y nos presentó a los terceros pasajeros. Michael nos dio la bienvenida a bordo y nos presentó al tercer oficial, Igor, que nos mostró el importantísimo vídeo de seguridad, en el que se destacaba lo que debíamos hacer para mantenernos seguros a bordo y qué hacer en caso de emergencia. Realizamos el simulacro obligatorio de abandono del buque antes de abandonar el puerto. Para ello, nos reunimos en el bar, que hace las veces de puesto de reunión, con los chalecos salvavidas de nuestros camarotes. Una vez reunidos, nos dirigimos a los botes salvavidas para completar el simulacro. Después del simulacro continuamos explorando el barco y nos dirigimos a cubierta para ver zarpar al Ortelius del puerto de Ushuaia... ¡y así comienza la aventura! Antes de nuestra primera cena a bordo nos reunimos en el salón/bar donde Michael nos presentó a Sigi, nuestra gerente del hotel, que nos dio una visita virtual del barco e información útil sobre los horarios de las comidas, el acceso a internet y la vida diaria en el barco. Poco después, Michael presentó al capitán Mika, que hizo un brindis encantador y, con una copa de burbujas (o zumo de naranja), brindamos por el éxito de nuestro viaje. Después de cenar pasamos un rato en cubierta viendo pasar el canal de Beagle mientras nos dirigíamos hacia el paso de Drake. Nos fuimos a la cama después de un largo y emocionante día. Todo en previsión de nuestra aventura antártica.