Fecha: |
06.09.2023 |
Posición: |
70°59.6'N / 27°43.3W |
Viento: |
Aire ligero |
Clima: |
Cielo despejado |
Temperatura del Aire: |
+8 |
Por la mañana, aterrizamos en Rypefjord, un lugar donde el propio nombre, "Rype", rinde homenaje al Ptarmigan, un ave común en la región. Este fiordo recibió su nombre de la expedición Den Østgrønlandske de 1891-92, dirigida por Carl Ryder, que tropezó con él durante un viaje en trineo en abril de 1892. El nombre groenlandés de este lugar también se ha registrado como Aqissit Kangersuat.
El día nos recibió con abundante sol y calor. Por la mañana, emprendimos una caminata por la tundra roja y naranja. Aquí, tuvimos la suerte de avistar escribanos nivales, los reproductores más septentrionales de todas las aves terrestres. Estos "copos de nieve" habitan en zonas de la tundra que no están cubiertas de hielo. Además, tuvimos el privilegio de toparnos con unos tímidos bueyes almizcleros.
Más tarde, recalamos en Harefjord, otro lugar bautizado así por la expedición Den Østgrønlandske de 1891-92, dirigida por Carl Ryder, en honor de las liebres árticas que habitan la zona. La versión groenlandesa del nombre es Ukattit Kangersuat.
Durante la exploración, los excursionistas conquistaron una colina para disfrutar de una impresionante vista del fiordo, repleto de icebergs. También tuvieron el privilegio de avistar una Liebre ártica, criatura conocida por su notable velocidad, capaz de alcanzar hasta 64 km/h (40 mph) para eludir a depredadores como lobos árticos, zorros árticos, Gyrfalcons y búhos nivales. El grupo mediano de excursionistas tuvo un encuentro impresionante con una manada de ocho bueyes almizcleros. Estas manadas suelen estar formadas por hembras y crías, lideradas por un macho maduro dominante. En lugar de realizar una larga caminata, el grupo optó por sentarse en silencio y observar este extraordinario espectáculo sin molestar a los animales.
Mientras tanto, el pausado grupo se embarcó en un crucero en zodiac para observar a los bueyes almizcleros. Por el camino, también tuvieron la oportunidad de encontrarse con focas y acercarse a icebergs.
Para terminar el día, la cocina y el departamento de hostelería organizaron una barbacoa en la cubierta. Nos deleitamos con deliciosa comida, glühwein caliente y baile al aire libre, todo ello mientras saboreábamos los pintorescos paisajes groenlandeses.